viernes, 5 de abril de 2019

11vo núcleo: ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?


La novela escrita por Philip K. Dick presenta un mundo post-apocalíptico en el cual todos quieren escapar de algo para llegar a algún lugar mejor. Lo más curioso es que, por cada cosa, lugar o situación de la que alguien (o algo) huye, alguien más quiere conseguirlo. Los humanos huyen de la Tierra para escapar de la posibilidad de ser infértiles o convertirse en un “especial”, mientras que los colonos pareciera que extrañan su hogar y los androides tienen como único objetivo vivir de manera “normal” en la Tierra. Los humanos usan la religión del Mercerismo para huir del mundo real y vivir sin dolor, unidos por el lazo invisible de la empatía. Los androides buscan, a veces de manera inconsciente, esa clase comunidad entre ellos, el poder pertenecer a ese mundo con los demás.

De estos escapes surge una lucha entre dos grupos, los androides y los humanos.  La perspectiva del lector surge a través de varios personajes, todos humanos y teniendo como principal al cazarrecompensas Deckard. Este personaje va cambiando continuamente a lo largo de la historia, primero viendo como simplemente objetos o computadoras a los “andrillos”. Mientras va retirando al grupo de Nexus-6 renegados, se da cuenta de su valor, no sólo como objetos, sino también como entidades. Ellos lo quieren muerto, eso le queda claro, pero aun así siente empatía por cómo parecen sentir miedo, deseo y un sentido de preservación. Al final valora a las criaturas eléctricas y pareciera que los considera vivos, pero diferentes a la vida humana.


Los androides, por su parte, quieren vivir una vida normal. Sin embargo, debido a su intelecto y su alta capacidad de raciocinio, no dudan en hacer lo que sea para mantenerse escondidos, desde matar a otros humanos hasta engañar o entregar a sus compañeros con tal de seguir con “vida”. La culminación de esta misión se refleja con los androides mostrando cierto nivel de odio y alegría quitándoles a los humanos aquellos diferenciadores. La primera se muestra a través de Rachael Rosen, engañando a Deckard para que no tenga el valor de terminar con el grupo y matando a su cabra, cosa que le daba alegría y lo hacía sentir más “orgánico”. La segunda lo muestra el grupo de androides escapados cuando Buster demuestra que el Mercerismo es una mentira. Ellos concluyen que ahora no hay diferencia entre humano y androide, sin embargo, siguen demostrando falta de empatía hacia otros animales. Las personas, por su parte, parecen no ser afectados de gran manera, puesto que pueden seguir compartiendo emociones a través de la caja de empatía y con sus acciones diarias. Ejemplo de esto es cuando Iran pide comida y herramientas para cuidar de la rana eléctrica que encontró su esposo y con lo que estaba tan ilusionado. 

Creo que al final, los androides si tenían vida. Esta no tiene que expresarse a través de la empatía necesariamente, cada forma o categoría expresará su deseo de mantenerse en este mundo de una forma o de otra.